CEREBRO ADICTO
VERÓNICA
GUERRERO MOTHELET
INTRODUCCIÒN:
Hasta hace unas décadas la drogadicción se
consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy se reconoce como una
enfermedad y se sabe cómo tratarla.
Una adicción lejos de ser un problema moral, como se creía hace algunas décadas,
hoy en dia se definen como una
enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de una
sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al igual que otras
enfermedades como la diabetes, la adicción se puede tratar, y aunque no se
consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la duración
de la vida.
A raíz de importantes descubrimientos que empezaron en la última década
del siglo pasado, se ha ido transformando nuestra comprensión de las adicciones
y la imagen del adicto. La investigadora mexicana-estadounidense Nora Volkow,
quien estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional
sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés),
observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas
del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la
cocaína y los opioides, es por eso que una adicción se considera hoy una
enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y
el funcionamiento de ese órgano.
DESARROLLO:
"La adicción es una enfermedad que progresa por etapas",
puntualiza en entrevista el doctor Rubén Baler, científico de la salud de la
Oficina de Políticas Científicas del NIDA. El cerebro empieza a adaptarse a la
sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia. He aquí algunos signos
que sugieren adicción: consumir la droga de manera regular, imposibilidad de
dejarla, gastar en droga más de lo que se tiene, extralimitarse para obtener
droga (incluso robar) y sentir que se necesita la droga para funcionar
cotidianamente.
Cuando se abusa de las drogas se alteran algunas zonas del cerebro como
el tallo cerebral, corteza cerebral y sistema limbicio. Al ingresar en el
cerebro las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e interfieren en el
proceso normal de intercambio de información neuronal, el cual se lleva a cabo
mediante sustancias llamas neurotransmisores.
La estructura química de drogas como la mariguana y la heroína es tan
similar a la de un neurotransmisor natural, Otras drogas, como las anfetaminas
y la cocaína, hacen que se produzca una cantidad excesiva de neurotransmisores
naturales o evitan que el organismo recicle el exceso de estas sustancias. En
consecuencia, el mensaje interneuronal se intensifica, impidiendo una
comunicación adecuada.
La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un
neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las
sensaciones de placer. Por lo tanto El cerebro pierde la capacidad de sentir
placer por las recompensas naturales Así, cuando falta la droga el cerebro ya
no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas
naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión.
"Cuando el cerebro comienza a adaptarse a altos niveles de dopamina, el
individuo tiene que usar más y más droga para obtener el mismo efecto",
añade Rubén Baler. Es decir, se desarrolla tolerancia a la droga.
El consumo crónico de drogas deteriora el autocontrol y la capacidad de
tomar decisiones adecuadas. Según Baler estas adaptaciones del cerebro a las
sustancias llevan al ansia incontrolable de utilizarlas aunque el individuo
sepa que tienen consecuencias catastróficas.
Como todo lo que influye en nuestra salud física y mental, la propensión
a las adicciones proviene de varios factores biológicos y ambientales. "Los
factores genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son
factores ambientales, sociales, culturales, dietéticos. Con todo, Baler indica
que algunas personas pueden definirse como más vulnerables, pues tienen un
riesgo mayor de desarrollar una conducta de abuso de sustancias; son las
personas proclives a conductas de riesgo o a la búsqueda de novedades.
Principales factores de riesgo
·
Conducta agresiva temprana
·
Habilidades sociales deficientes
·
Ausencia de supervisión paterna
·
Compañeros/amigos que abusan de sustancias
·
Disponibilidad de la droga
·
Pobreza …
y de protección
·
Autocontrol
·
Relaciones positivas
·
Supervisión y apoyo paterno
·
Información
·
Políticas contra el uso de drogas
·
Cohesión comunitaria
Dependencia
física
Según María Elena Medina Mora hay sustancias que por sí mismas son muy
adictivas; por ejemplo, la heroína. Desde que se usa por primera vez provoca
una modificación estructural del cerebro. Otras sustancias adictivas como el
alcohol, el tabaco y la benzodiazepina (medicamento psicotrópico que actúa
sobre el sistema nervioso central) producen dependencia muy rápido en las
personas propensas.
La
adolescencia, factor de riesgo
"Toda la parte del cerebro que es responsable del juicio,
raciocinio y control de la conducta se desarrolla hasta los veintitantos
años", explica la doctora Medina Mora. Como los adolescentes suelen tomar
sus decisiones a partir de las emociones y no del juicio y el raciocinio, es
más probable que abusen de las sustancias. Las investigaciones sugieren que en
este caso las consecuencias duran mucho más. " En cuanto a los usos
medicinales de la mariguana y opiáceos u otras sustancias para control del
dolor, manejados correctamente cumplen su función, pero si se hace
incorrectamente, pueden ser muy peligrosos.
Problemas
mentales y vulnerabilidad
Otro grupo de riesgo está formado por las personas que tienen algún tipo
de padecimiento mental, como bipolaridad o esquizofrenia. Aproximadamente 60%
de las personas con problemas de abuso de sustancias tienen también una
enfermedad psiquiátrica.
El uso de drogas como la mariguana en edades tempranas aumenta el riesgo
de depresión. Algo similar sucede con la esquizofrenia, cuyo riesgo aumenta
entre una y siete veces en quienes empezaron a fumar mariguana antes de los 25
años.
Consecuencias
conductuales, familiares y sociales
Todas las adicciones pueden tener graves consecuencias para la salud y
las relaciones humanas y, por tanto, para el bienestar personal, familiar y
social. Siendo adicto se corre también el riesgo de sufrir o infligir a otras
personas algún daño no intencional, o de incurrir en actos de violencia o
delitos por influencia de las drogas o de la abstinencia. La doctora Medina
Mora señala que "las drogas también son un problema social con muchas
facetas porque tener un adicto en la familia la modifica, afecta su calidad de
vida y tiene un impacto emocional, económico y social
Por tanto, el tratamiento debe definirse según la persona, el tipo de
sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos, internos y externos. No se
intenta resolver únicamente el problema bioquímico, sino considerar al
individuo y su contexto: su familia y su lugar de trabajo. En definitiva, se
requiere una terapia multidimensional.
El
mejor enfoque: la prevención
Pero para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la
prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar
de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los factores
negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza extrema,
la mala nutrición, la falta de ejercicio, así como un ambiente que no sea
confiable para los chicos y, desde luego, un entorno de violencia. "Deben
evitarse esas actividades desafiantes, o de franca delincuencia", pues son
factores de muy alto riesgo
CONCLUSIÒN:
El problema de las adicción a las
drogas , sigue impactando fuertemente a la sociedad sobre todo a la población
adolescente, puesto que esta es una de las etapas mas vulnerables como factor de riesgo para la ingesta de
sustancias adictivas llámese, marihuana, alcohol, cocaína etc. Además de que
influyen diversos factores biológicos, ambientales, familiares y sociales. De tal forma que ya estableciéndose una adicción la cual se
considera una enfermedad crónica se
tiene que buscar un tratamiento multidisciplinario que se basa en el control de
la enfermedad ya que el adicto, siempre estará expuesto a un recaída. La
prevenciòn sigue siendo la piedra angular para el control de esta enfermedad
que conlleva a un grave problema social.
Referencias:
- www.drugabuse.gov/es/información-sobre-drogas
- Ruiz Loyola Benjamín, ¿Cómo
ves? Las drogas, Col. ¿Cómo ves?, No. 3, UNAM,
México, 2002
REFLEXION:
La primera impresión al ver el título del tema “Cerebro Adicto”
fuè que iba a hablar sobre celulares, pero en realidad no fue así, El tema se desarrolló en base a consumo de drogas,
explicando de manera muy simplificada sus factores de riesgo, fisiopatología, el mecanismo de cómo actúan diversas
sustancias a nivel cerebral, las opciones de tratamiento etc.
Me pareció muy interesante y simple de entender, Sin embrago se me vino a la mente, que de un tiempo pará acá nuestro cerebro es
adicto a la tecnología: celulares,
computadoras, juegos de video, redes sociales, lo cual al igual que las drogas
nos proporciona de alguna forma una sensación de placer, al publicar la foto algún acontecimiento, al estar al pendiente de que esta haciendo el otro o
en que restaurante o lugar turístico se sacó la fotografía, al
estar mandando chistes, cadenas y un mundo de información no precisamente importante a los compañeros
de trabajo, al estar pegado a ese juego de video que más aún tiene la capacidad
de que interactuemos hasta con desconocidos
que también están jugando en otro sitio o ciudad de la republica
diferente a la que me encuentro y estamos compitiendo por ganar .
Mi pregunta es ¿Sòlo las drogas nos hacen tener un cerebro adicto? Yo creo que no. Necesitamos mas autocontrol sobre el uso de
las nuevas tecnologías, ya que absorben nuestra atención de tal forma, que vamos manejando y pendientes del celular, exponiéndonos
a un accidente de trànsito, nuestro
hijos ya no salen a jugar a tener actividad física, ahora su placer es jugar
dentro de casa con la computadora, tableta, celular, haciéndolos cada vez más sedentarios y
predispuestos a enfermedades crónicas como la obesidad, etc. Cuantas veces ya hemos dejado de en una comida dejar de
platicar con la pareja o con nuestros familiares por estar atentos a las redes
sociales en nuestro celular. Las drogas destruyen y el uso inapropiado de la tecnología hoy en dìa también se esta convirtiendo
en una droga.